Estudiantes mapuche de Chol Chol honran memoria de Alex Lemun
En una jornada marcada por la rememoración de los 23 años del asesinato del estudiante mapuche Alex Lemun Saavedra, la comunidad educativa del Liceo Intercultural Guacolda, ubicado en Chol Chol, región de La Araucanía, conmemoró el Día del Estudiante Mapuche, un espacio de encuentro y reflexión donde las y los jóvenes reafirmaron su pertenencia cultural y el legado de resistencia de su pueblo. Entre diferentes expresiones tradicionales del arte y la espiritualidad, la escuela se transformó en un territorio de memoria viva que honra a quienes con su lucha han sido semilla y continúan aportando al fortalecimiento de la rebeldía, la dignidad y la identidad mapuche.
¡Que vivan las y los estudiantes!
El pasado martes 04 de noviembre de 2025, el Liceo Intercultural Guacolda de Chol Chol se vistió gala, para conmemorar el Día del Estudiante Mapuche, una actividad que busca fortalecer el vínculo entre la educación y la identidad, promoviendo el reconocimiento a la sabiduría, la fuerza y la espiritualidad del pueblo mapuche, en un contexto atravesado por resistencias territoriales y luchas frente al poder colonial y neocolonial. En el marco de este encuentro estudiantes, docentes y comunidad educativa en general participaron de diversos espacios en los que se destacó el rol de la juventud mapuche en la continuidad de la memoria ancestral y el Küme Mogen o buen vivir comunitario.
Al respecto, Yuditza Paredes Piñen, integrante del Centro de Estudiantes, de quienes surgió la iniciativa de conmemorar esta fecha, que se viene realizando año a año desde el 2004, extendió un saludo y expresó la relevancia del día del estudiante mapuche y su legado histórico, resaltando “queremos que los estudiantes, las niñas y los niños, sepan la importancia de lo que es ser mapuche y que no lo dejen de lado… (que sepan) por lo que luchó Alex Lemun, que es por quien se conmemora este día. Se trata de darle importancia al pueblo mapuche, que no se olviden todas nuestras creencias y cómo defendemos nuestras tierras”.
En este mismo sentido, Claudia San Martin Savaria, directora del Liceo Intercultural Técnico Profesional Guacolda, recalco que en la institución “el día del estudiante mapuche nace por el interés del Centro de Estudiantes y luego de los hechos represivos por la muerte de Alex Lemun”. “Hemos ido apoyando el trabajo que hicieron en un principio los estudiantes y luego lo hemos ido tomando nosotros los docentes para, año a año, hacer esta conmemoración como una forma de tener presente y no olvidar, para que las cosas no vuelvan a repetirse y trabajar con los chicos la conciencia social”, puntualizó.
Por su parte, el machi Patricio Catril Millanao Piñen, profesor kimelfe del Sistema Salud Mapuche y Medicina Tradicional Mapuche del Liceo Intercultural Guacolda, también resaltó la relevancia de la gestión de esta iniciativa por parte de los jóvenes, “para nosotros es importante que adolescentes hayan organizado esta actividad, porque en sus orígenes esta actividad empezó gracias a los Centros de Estudiantes, quienes dijeron, tenemos que conmemorar este día, porque es un día importante para nosotros como pueblo”.
Asimismo, haciendo referencia al vinculo de esta actividad con la memoria, el machi Catril Millanao Piñen expresó: “esta conmemoración es relevante porque destaca un hito importante que nos ha marcado a nosotros como mapuche y es el tema de la reivindicación del territorio, de la persecución que existen en los lof. Para mí como machi, como autoridad tradicional y como parte del liceo, es importante que se siga recordando esto para que no vuelva a pasar, porque son hechos de violencia que no se pueden permitir. Vimos una obra de teatro hermosa que está asociada a lo que sucedió, que nos conmovió mucho y también que nos da más fuerza a nosotros para seguir en este camino del Küme Mogen”.
El arte mapuche en escena
La conmemoración del día del estudiante mapuche contó con una serie de talleres, conversatorios e intervenciones artísticas teatrales, juego de palin, trafkintu y alimentación preparada por las manos y corazones de las y los estudiantes del área de gastronomía, que resaltaron el sentido profundo de ser joven mapuche hoy, en un contexto donde la defensa del territorio, la identidad, la lengua y la cultura siguen siendo formas de resistencia que resaltan la fortaleza y la esperanza de un pueblo que pervive.
Los talleres y conversatorios, que se realizaron de forma paralela y a los cuales las y los estudiantes asistieron según sus intereses, trabajaron temáticas como organización estudiantil; grabado en iconografía mapuche; derechos humanos; lawen y medicina tradicional mapuche; palín y juegos tradicionales mapuche; mapuche iyael, referido a la alimentación tradicional y la nutrición consciente; instrumentos musicales mapuche, centrados en el kultrún; platería mapuche; epew y piam, relacionado a cuentos y leyendas mapuche, wizun o alfarería mapuche; la vestimenta mapuche y witral o telar mapuche; los cuales fueron pensados para resaltar las practicas ancestrales y culturales del pueblo mapuche y estuvieron acompañados por la experiencias y conocimientos de sabedores tradicionales y por procesos organizativos como el Hogar Pelontuwe, el INDH e integrantes de la Matería Sayemi, entre otros.
Seguidamente, las artes escénicas acompañaron a las y los participantes de esta conmemoración, con la presentación de dos obras de teatro en las cuales se resaltaba el valor de las luchas territoriales y los saberes ancestrales del pueblo mapuche.
La primera obra, un homenaje a Alex Lemun Saavedra, fue protagonizada por estudiantes del Liceo Intercultural Guacolda, bajo la dirección de Hilda Jimena Figueroa Gómez, kimelfe profesora de winka zugun / lengua y literatura e integrante del área intercultural de la institución. En esta obra, dividida en tres tiempos: Itrofill Mogen, tierra robada y tierra recuperada, las y los estudiantes de segundo año del liceo pusieron en escena las luchas territoriales del pueblo mapuche; mostrando, inicialmente, en Itrofill Mogen, el principio de la vida, la esencia de la interconexión y el respeto por todas las formas de existencia que habitan en la naturaleza y, en los actos seguidos, como la alteración de este principio por parte de los poderes coloniales y neocoloniales a llevado a disputas por la tierra y el territorio que legitima y ancestralmente pertenece al pueblo mapuche.
Al respecto, la directora de la obra refirió que “desde el mundo mapuche el territorio no solamente es comprendido como un recurso, sino como algo vivo: el itrofill mogen, todas las formas de vida, la red de la vida” y en este sentido, mencionó que “es importante recordar, resaltando que la idea no es que esto ocurra, que hay jóvenes que por su amor a la tierra han entregado o perdido su vida, como sucedió con Alex Lemun, cuyo asesinato se da en el contexto de una recuperación territorial… lo que nos recuerda la importancia que tiene la vida”.
Asimismo, Hilda Figueroa Gómez, contó que tras bambalinas hubo discusiones y reflexiones sobre la temática tratada en el escenario y que de estas las y los estudiantes pudieron concluir que “la recuperación territorial es la medida que se toma cuando todas las instancias de diálogo han sido agotadas, esta es la historia del pueblo mapuche, la historia del despojo y el racismo”. Y añadió, cuando se habla de recuperación territorial no solamente se habla de la tierra, sino también hay una recuperación de muchas prácticas; en la obra, por ejemplo, es muy importante que las chicas y los chicos hubiesen podido tejer, sembrar, entre otras, porque se trata de recuperar también prácticas; es la recuperación no solo territorio, sino la recuperación de una forma de vida”
La segunda obra, denominada “Cherrufe, historia de un presagio”, fue protagonizada por estudiantes del Liceo Bicentenario Polivalente de Lonquimay y creada por el grupo de teatro Pehuenche Folil. En ella las y los estudiantes representan un epew/relato del territorio de Cuzaco, que trata sobre un espíritu/un ngen a la naturaleza que anuncia ciertas transformaciones a la población.
De acuerdo a Teresa Venegas Fernández, profesora de Historia, coordinadora del Departamento de Interculturalidad Mapuche Pehuenche y quien hacia parte de la comitiva del Liceo de Lonquimay “la obra es un viaje al pasado, una historia de como un espíritu-tiempo antiguo, les avisó a los mapuche que legaría la invasión y que tenían que prepararse porque lo que se venía era muy grande, entonces tenían que huir y dejar en resguardo todo su mundo antiguo; luego en el tiempo actual, la obra muestra una fase donde los espíritus siguen presentes, la tierra y la montaña todavía están, pero las personas ya no saben, dejaron de escuchar, dejaron de observar, no hay valor en la palabra, en la naturaleza, o en las cosas que el mundo antiguo mapuche conservaba; entonces, se trata un poco visualizarlo, pero también de hacer un llamado de que aun en la desmemoria, hay un conocimiento ancestral que sigue vigente, que también de algún modo se reproduce, y continua siendo el pilar espiritual que ha sostenido a los antepasado hace cientos y cientos de generaciones”.
En este mismo horizonte, la profesora Teresa Venegas resaltó la alegría que para el Liceo de Lonquimay representa participar de la conmemoración del día del estudiante mapuche en Chol Chol y enfatizó en el intercambio de la experiencia entre jóvenes mapuche de variados territorios, “lo que permite darse cuenta de las realidades y preocupaciones compartidas y al mismo tiempo reforzar la diversidad en las múltiples identidades de los territorios del gran pueblo mapuche”.
No muere quien no se olvida: el caso de Alex Lemun Saavedra
El 12 de noviembre de 2002, tras cinco días de agonía, falleció en Temuco Alex Lemun Saavedra, joven mapuche de 17 años, víctima de un disparo en la cabeza, efectuado por el oficial de Carabineros Marco Treuer Heysen, durante una recuperación territorial en un predio de Forestal Mininco, en Ercilla. Su muerte marcó el inicio de una nueva etapa de militarización, persecución judicial y criminalización al movimiento mapuche, bajo la aplicación de la Ley Antiterrorista y el denominado “Plan Paciencia”, impulsado por sectores gubernamentales y empresariales para frenar las movilizaciones por tierras ancestrales.
Pese a haber causado la muerte de un adolescente desarmado, Treuer fue protegido y ascendido dentro de Carabineros, alcanzando el grado de teniente coronel y ocupando cargos directivos en la institución. El caso quedó en la impunidad durante años, amparado por la Justicia Militar, en cuyo proceder se absolvió a agentes del Estado involucrados en violaciones a los derechos humanos. En 2006, organizaciones mapuche y defensoras de derechos humanos llevaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunciando la falta de justicia y la incompatibilidad del fuero militar con los estándares internacionales.
En 2017, a requerimiento de la CIDH, la Corte Suprema ordenó reabrir el caso en la justicia civil, lo que permitió finalmente enjuiciar a Treuer. Tras años de maniobras judiciales, apelaciones y una condena inicial sin prisión efectiva, un nuevo juicio en 2022 -exactamente veinte años después del crimen – condenó al exoficial a siete años de presidio efectivo. El fallo simbolizó una respuesta a larga impunidad y a la persistencia de la demanda mapuche por verdad, justicia y dignidad.
Reivindicar la raíz ancestral
Esta demanda se reactualiza hoy en el sentir, pensar y actuar de la comunidad educativa y las y los jóvenes del Liceo Intercultural Guacolda, quienes con la Conmemoración del Día del Estudiante Mapuche levantan las banderas de una educación con consciencia social y reconocimiento de la identidad cultural, una educación reflexiva y coherente con las disputas históricas mapuche frente a la conquista, la colonización, el despojo, el racismo estructural, el desinterés estatal y el accionar empresarial corporativo, y también recuerdan que la siembra de Alex Lemun Saavedra y de las mujeres y hombres mapuche que han trascendido en estas luchas, florecen en la resistencia cotidiana de un pueblo para el que la tierra no se vende, se ama y se defiende.
* Nota el marco de la iniciativa “Resistencia Alimentaria Mapuche”, por Yohana Arbeláez Gutiérrez.
Fotografías: Liceo Intercultural Guacolda de Chol Chol
