La intensificación del conflicto armado en Sudán del Sur ha provocado el desplazamiento forzado de más de 165,000 personas desde febrero, según alertó la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNHCR). Muchas de estas personas han buscado seguridad tanto dentro del país como en naciones vecinas como Uganda, Sudán, Etiopía y la República Democrática del Congo.
“Sudán del Sur no puede permitirse otra crisis”, advirtió Mamadou Dian Balde, director regional de UNHCR para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos. Recordó que este país, el más joven del mundo, ya ha recibido a más de un millón de personas refugiadas que huyen de la guerra en Sudán, mientras su propia población sigue sufriendo las secuelas de años de conflicto interno.
El epicentro de los enfrentamientos actuales se localiza en el estado del Alto Nilo, aunque también se han registrado choques armados en otras zonas del país. Las hostilidades han paralizado servicios básicos y han agravado la crisis humanitaria.
UNHCR estima que unas 100,000 personas han cruzado fronteras buscando refugio debido a la inseguridad, la violencia intercomunal y la falta de condiciones mínimas de vida.
Dentro del país, al menos 65,000 personas han sido desplazadas internamente, pero el acceso a estas comunidades es muy limitado debido a los combates y restricciones de movimiento. La falta de acceso ha impedido la llegada de ayuda urgente, como medicamentos y atención sanitaria, especialmente necesaria ante el aumento de casos de cólera.
La temporada de lluvias amenaza con agravar aún más la crisis, dificultando el transporte y encareciendo la entrega de suministros humanitarios.
La agencia de la ONU ha solicitado 36 millones de dólares para atender a 343,000 personas desplazadas internas y refugiadas en la región durante los próximos seis meses.
“Reiteramos el llamado al cese inmediato de las hostilidades. Las partes deben proteger a la población civil y buscar una salida pacífica al conflicto”, subrayó Balde.
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Actualmente, más de 2.3 millones de personas sudsudanesas viven como refugiadas en países como Kenia, Uganda, Etiopía, Sudán y la República Democrática del Congo, consolidando a Sudán del Sur como uno de los principales focos de desplazamiento forzado en África.
Xinhua
Fotografía: Refugiados sudaneses en Sudán del Sur, llegando por el paso fronterizo de Joda, en noviembre de 2023 [ACNUR/Ala Kheir].
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