A solo veinte días de la elección presidencial en Honduras, programadas para el 30 de noviembre, hay preocupación en el país por las fallas registradas durante un simulacro en el sistema de transmisión de resultados electorales preliminares (TREP).
La prueba fue realizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con resultados que fueron calificados como «alarmantes» por el oficialista Partido Libre: de 4.362 actas previstas, solo 1.556 fueron transmitidas exitosamente, y apenas 317 de 1.340 dispositivos biométricos operaron con normalidad.
Marlon Ochoa, consejero representante del Partido Libre en el CNE, advirtió que el ejercicio fue un fracaso técnico y advirtió que las fallas no son fortuitas, sino parte de un posible intento de sabotaje interno al proceso electoral.
El dirigente recordó en ese sentido que los audios filtrados recientemente entre la consejera Cossette López, jerarcas militares y miembros del Partido Nacional (derecha conservadora) apuntan a una presunta conspiración para desestabilizar los comicios del 30 de noviembre.
«Libre reitera que el pueblo hondureño no permitirá un nuevo fraude como los de 2013 y 2017, y que la transparencia electoral es condición innegociable para la democracia», apuntaron desde el Partido Libre, cuya candidata, Rixi Moncada, está peleando palmo a palmo la elección con los candidatos del Partido Liberal (centro), Salvador Nasralla, y del Partido Nacional, Nasry Asfura.
Elección presidencial sin segunda vuelta
A las elecciones en Honduras están convocados 6,3 millones de ciudadanos. Los cargos en disputa son: Presidencia del Poder Ejecutivo, 128 diputados para el Congreso, 20 diputados para el Parlamento Centroamericano (Parlacen), 298 alcaldes y 2.168 regidores.
Un aspecto llamativo del sistema electoral del país es que los cargos de la Presidencia de la República y las alcaldías son electos por mayoría simple de votos válidos: no hay segunda vuelta.
Por su parte, los integrantes de los poderes legislativos nacional y regionales se eligen por un sistema de representación proporcional al número de votos obtenidos por cada partido a nivel presidencial.
En tanto, la reelección está prohibida para el Presidente, aunque diputados y alcaldes pueden optar a nuevos mandatos. Los cargos tienen una duración de 4 años.

El Ciudadano



