El finiquito es el documento que formaliza la finalización de una relación laboral entre un trabajador y su empleador, y debe ser ratificado ante un ministro de fe. Este proceso a menudo incluye una compensación económica para el trabajador, la cual depende de la causa que motivó la terminación del vínculo laboral. En el finiquito se detallan las razones del despido y los acuerdos alcanzados entre ambas partes, incluyendo plazos e indemnizaciones. Para que se efectúe el pago de la indemnización, es necesario que el finiquito sea ratificado.
La ratificación del finiquito puede realizarse de tres maneras: a través de Internet, utilizando el sitio web de la Dirección del Trabajo; asistiendo a las inspecciones del trabajo; o en notarías. En cuanto al tiempo que toma el pago de un finiquito, este debe ser entregado por el empleador y puesto a disposición del trabajador dentro de un plazo de diez días hábiles, contados desde la fecha en que se produjo la finalización de la relación laboral. Si ambas partes llegan a un acuerdo, el monto del finiquito puede ser pagado en cuotas, las cuales deben incluir intereses y reajustes. En caso de optar por el pago en cuotas, este debe ser ratificado ante la Inspección del Trabajo.
Si el empleador no cumple con los plazos establecidos para la entrega del finiquito, el trabajador tiene la opción de presentar un reclamo ante la Inspección del Trabajo. En situaciones donde el trabajador no firme el finiquito, la terminación de la relación laboral se llevará a cabo de todos modos, aunque el trabajador no podrá acceder al pago estipulado en el finiquito. Además, si no se ratifica el finiquito, el empleador debe dejar constancia de ello en la Inspección del Trabajo y debe poner a disposición del trabajador el pago del finiquito en un plazo de diez días hábiles. Sin embargo, el trabajador solo podrá acceder a los fondos una vez que el finiquito haya sido firmado.