El próximo 6 de septiembre, los relojes en Chile deberán adelantarse una hora, pasando de las 23:59 a la 1:00 horas del domingo. Este cambio, aunque puede parecer un simple ajuste, tiene un impacto considerable en el ritmo circadiano de las personas, lo que puede resultar en irritabilidad, somnolencia y dificultades de concentración. Sin embargo, el psicólogo de la Universidad Autónoma, Pablo Palma, menciona que “mucho de lo que puede ocurrir podría deberse a las expectativas más que al cambio real, que puede no afectar necesariamente a todo el mundo”.
Para mitigar los efectos del cambio de horario, los expertos sugieren cinco recomendaciones clave.
1. Anticiparse al cambio: Se aconseja comenzar a adelantar la hora de acostarse y levantarse en 15 minutos cada día, al menos tres días antes del 6 de septiembre. Este ajuste gradual permitirá que el cuerpo se adapte sin experimentar un impacto abrupto.
2. Priorizar el sueño de calidad: Es fundamental asegurarse de dormir entre 7 y 8 horas en los días previos y posteriores al cambio. Además, se recomienda evitar el uso de pantallas, como celulares, tablets y televisión, al menos una hora antes de dormir, ya que la luz azul puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño.
3. Hidratación y alimentación: Se debe evitar el consumo de cafeína, alcohol y comidas pesadas por la noche, ya que estos pueden alterar el ciclo de sueño. En su lugar, se sugiere optar por comidas ligeras y mantenerse hidratado a lo largo del día.
4. Mantener la rutina: Es importante seguir las rutinas habituales de alimentación y ejercicio. Cenar a una hora regular y realizar actividad física moderada durante el día, evitando el ejercicio intenso justo antes de dormir, ayudará a estabilizar el organismo.
5. Controlar la exposición a la luz: Se recomienda buscar la exposición a la luz natural por la mañana, ya sea saliendo a caminar o desayunando cerca de una ventana. Esto facilitará que el cuerpo despierte y se sincronice más rápidamente con el nuevo horario. Por la noche, es aconsejable reducir la exposición a luces brillantes.
Estas recomendaciones son esenciales para que el cuerpo se adapte de manera más efectiva al cambio de horario, minimizando así los posibles efectos negativos en la salud y el bienestar de las personas.
