Parlamentario cuestionó aquellas propuestas que plantean reducir más de 6.000 millones de dólares del presupuesto, durante el primer año de un eventual nuevo gobierno. A su juicio, un ajuste de esa magnitud “inevitablemente afectaría los beneficios sociales de las familias trabajadoras de Chile”, especialmente si no se transparenta qué partidas serían recortadas.