Lo que necesitamos no es temor al autismo, sino respeto a la dignidad y a la diferencia humana
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Lo que necesitamos no es temor al autismo, sino respeto a la dignidad y a la diferencia humana


Por Carmina Alfaro-Chat

Señor Director:

En los últimos días se ha discutido públicamente la supuesta relación entre el uso de paracetamol (también conocido como acetaminofén) durante el embarazo y el desarrollo de autismo en la descendencia. Como persona autista y profesional de la salud -trabajadora en el área científica y de salud pública- me veo en la necesidad de expresar mi preocupación por cómo se está transmitiendo esta información a la ciudadanía.

La investigación científica más reciente a la fecha (revisión sistemática publicada en agosto de 2025**) ha encontrado una asociación estadística entre el uso prenatal de paracetamol y ciertos “trastornos del neurodesarrollo” (TND), entre ellos el autismo. Sin embargo, los autores señalan con claridad que no hay una causalidad definitiva. De hecho, en las conclusiones invitan a abordar la asociación con cautela y, lejos de demonizar el paracetamol, declaran: “Recomendamos el uso prudente de acetaminofén (dosis mínima efectiva, duración mínima) bajo supervisión médica, adaptada a la evaluación individual de riesgos y beneficios, en lugar de una limitación general.”

El autismo y los TND son un campo de estudio complejo, donde confluyen múltiples factores biológicos, sociales y ambientales, atravesados además por dimensiones estructurales (políticas y de género), por lo que los sesgos y variables de confusión son difíciles de controlar en los estudios científicos.

El problema no radica en la investigación, que es necesaria, sino en la interpretación selectiva que algunos difunden, transformando una asociación estadística en una sentencia causal. Detrás de este alarmismo se esconde, muchas veces, un pensamiento eugenésico que transmite el mensaje implícito: “no tomes paracetamol para que no tengas un hijo autista”, como si ser autista fuera una maldición. Ese es el verdadero riesgo: reforzar estigmas y discriminaciones contra un neurotipo que, lejos de ser un error biológico, forma parte de la diversidad humana.

Quienes somos autistas sabemos que el mayor desafío no está en nuestra condición, sino en las barreras sociales y estructurales que nos impone una sociedad que patologiza la diferencia. Necesitamos más investigación, sí, pero con fines éticos: para comprender y acompañar, no para justificar exclusiones ni alimentar prejuicios.

La ciencia es dinámica y debe ser crítica. Por eso es importante recordar que evidencia no equivale automáticamente a verdad universal, y menos aún a recetas de prevención de la diversidad. Lo que necesitamos no es temor al autismo, sino respeto a la dignidad y a la diferencia humana.

Atentamente

Carmina Alfaro-Chat

Adulta autista y profesional de salud.

** Prada, D., Ritz, B., Bauer, A.Z. et al. Evaluation of the evidence on acetaminophen use and neurodevelopmental disorders using the Navigation Guide methodology. Environ Health 24, 56 (2025). https://doi.org/10.1186/s12940-025-01208-0

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