El director técnico de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo, no estuvo al mando del primer equipo en el reciente partido donde el club se impuso 5-0 sobre Newell’s Old Boys. En su ausencia, la responsabilidad fue asumida por su asistente, Claudio Úbeda, quien tomó las riendas del equipo en este encuentro. La situación de salud de Russo ha sido motivo de preocupación, ya que en los últimos meses ha mostrado un estado de debilidad que ha afectado su capacidad para desempeñar su labor como entrenador. Recientemente, se ha informado que el exentrenador de la Universidad de Chile no se encuentra en un estado óptimo de salud, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre su continuidad al frente del equipo. En Argentina, se ha comentado que es un despropósito que Russo siga dirigiendo, especialmente tras su reciente internación en Buenos Aires, donde los médicos han ordenado una vigilancia constante de su estado de salud. En el contexto de la salud de Russo, se destaca que el jugador de Colo Colo ha criticado la situación, afirmando que “Él no está preparado” para asumir la dirección del equipo. La situación de salud del entrenador ha sido complicada desde que superó un agresivo cáncer de próstata en 2017, lo que ha impactado su bienestar general. Este 2025 ha sido un año particularmente difícil para él. En cuanto a su estado de salud actual, se ha reportado que Russo ha sufrido un debilitamiento general en las últimas semanas, lo que lo ha mantenido alejado de sus funciones y bajo licencia. A principios de septiembre, el entrenador fue internado durante casi una semana en el Instituto Fleming debido a una infección urinaria, que se sumó a un malestar integral. Además, se ha mencionado que Russo había ingresado previamente a un centro médico por un cuadro de deshidratación. Aunque los médicos le permitieron regresar a los entrenamientos vespertinos en Ezeiza, esta recomendación le impide dirigir tanto las prácticas como los partidos oficiales del equipo.
