El despido de José Mourinho como entrenador del Fenerbahce ha marcado un nuevo capítulo en la intensa rivalidad que mantuvo con Mauro Icardi durante la última temporada del fútbol turco. Apenas se hizo oficial la salida del técnico portugués, el delantero argentino del Galatasaray publicó en sus redes sociales una imagen celebrando títulos junto a su entrenador Okan Buruk, haciendo referencia directa a las conquistas del conjunto estambulita por encima del equipo dirigido por Mourinho. Esta publicación fue considerada por los medios internacionales como una respuesta final a un duelo personal que transitó por diferentes plataformas y alcanzó una dimensión pública a lo largo de los últimos meses. “Icardi cobra revancha: despedida irónica tras Fenerbahce” tituló el diario español Sport. “La venganza sirve fría: mofa a Mourinho” sumó Marca, mientras que AS coincidió en que el periódico portugués Récord también le dio espacio al tema: “destitución en redes sociales”.
La historia entre ambos está marcada por una sucesión de cruces, declaraciones y mensajes ambiguos que han captado la atención internacional. En una ocasión, Icardi recurrió a las redes para felicitar a la selección portuguesa de balonmano por avanzar a las semifinales del Mundial, acompañando su mensaje con una foto de un jugador tocando el balón, en la que se insinuaba un supuesto penal no sancionado; la ironía era evidente, ya que el propio Mourinho había asegurado que había sido favorecido por una polémica jugada en un partido directo contra el Fenerbahce. Este episodio quedó sin respuesta por parte de Mourinho, quien reaccionó calificando a Icardi de “llorón” y haciendo un gesto de irse a dormir, acompañado de un mensaje: “Duermo en paz porque seremos campeones, hinchas del Galatasaray”.
Las cruzadas continuaron, y Icardi recogió el guante, volviendo viral su respuesta: “Es una cabra grande, prefiero no comentar nada sobre él, simplemente me quedo callado y acepto”. Utilizó una doble acepción del acrónimo “GOAT”, popular para calificar al “mejor de todos los tiempos”. Este intercambio de ironías y contestaciones no fue un hecho aislado, sino que se convirtió en nuevos capítulos a lo largo de la campaña. Con el correr de las semanas, la disputa se afianzó como uno de los ejes mediáticos del torneo, acentuando las críticas en varias jornadas sobre la capacidad de superar la liga, cuestionando públicamente algunas decisiones arbitrales.
No tardó en llegar la respuesta de Icardi, quien a través de sus canales sociales, bautizó a Mourinho como “The Crying One”, expresión utilizada en reemplazo del clásico apodo de Mourinho, “The Special One”. Esta alusión trascendió en pocos minutos y alimentó la narrativa de la rivalidad, documentada en publicaciones especializadas y portales deportivos. No hubo tregua ni siquiera cerca del campeonato, ya que Icardi volvió a publicar más, insistiendo en la denominación que reforzaba la superioridad bajo el ciclo de Buruk.
El último episodio produjo un desenlace en la liga, cuando Icardi celebró el título con nuevas fotos alzando trofeos, mientras el Fenerbahce quedaba relegado a un segundo plano en la competencia por la clasificación a la Liga de Campeones. Ahora, con el anuncio del Fenerbahce, la reacción se ha instalado en la escena pública. Icardi optó por aparecer junto a Buruk, acompañando todas las recientes celebraciones del Galatasaray. Al compartir una foto, activó una ola de comentarios y reacciones en el ámbito digital, donde los seguidores del club vieron su acción como un paralelo a la controversia que vio envuelto al Fenerbahce tras su reciente eliminación de la UEFA Champions League a manos del Benfica. En las historias de Instagram, Icardi abrazó a Kerem Akturkoglu, autor del gol decisivo que dejó fuera al equipo turco, lo que fue interpretado como un “dardo” hacia su rival. Este posteo generó un inmediato revuelo, siendo leído por la prensa local, y manteniendo la atención sobre Icardi, quien acaba de regresar a la actividad tras una larga recuperación por lesión, y continúa sumando protagonismo en el fútbol turco tanto por su impacto futbolístico como por sus acciones en el campo.
