En el marco de las proyecciones que anticipan un crecimiento del PIB entre 2% y 2,3% para 2026, según la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) planteó la necesidad de “ordenar” la migración en este sector para poder alcanzar dichas metas. Sin embargo, esta postura ha sido cuestionada por sectores críticos, que ven en ella la defensa de un modelo económico basado en la mano de obra barata.
La discusión, que conecta directamente la política migratoria con el desempeño económico y el mercado laboral, ha traspasado la esfera gremial para instalarse en la contienda presidencial, evidenciando dos visiones antagónicas sobre el desarrollo del país.
Postura de la SNA: “Necesitamos a los inmigrantes”
El presidente de la SNA, Antonio Walker, vinculó la recuperación económica con la mano de obra migrante durante una entrevista con Radio Pauta. Sostuvo que el sector agrícola es fundamental para la generación de empleo, pero que carece de la fuerza laboral nacional necesaria.
“El sector agrícola es muy intensivo en mano de obra. Genera un millón de empleos en forma directa y un porcentaje muy importante en forma indirecta”, afirmó Walker.
“No tenemos la fuerza laboral agrícola nacional para realizar todas esas labores que demanda la agricultura, y por eso necesitamos a los inmigrantes. Este es un fenómeno global”, subrayó.
Este planteamiento se presenta en medio de un panorama laboral complejo. Las proyecciones indican que la tasa de desempleo alcanzaría un 8,5% en los meses restantes de 2025, manteniéndose en un rango entre 8,3% y 8,4% para 2026. Esta evolución coincide con la advertencia del Banco Central en su último Informe de Política Monetaria (IPoM), que señaló señales mixtas en el mercado laboral, con una lenta creación de empleos y un crecimiento salarial que se mantiene elevado.
Ante este escenario, Walker indicó que se necesita respetar los procesos migratorios legales e impulsar la política de visas de trabajo,
“Tenemos que recuperar la formalidad en el empleo, y para eso necesitamos una visa de trabajo. A Chile se viene a trabajar con visa de trabajo”, sostuvo el exministro de Agricultura del segundo gobierno de Sebastián Piñera.

Respaldo del comando de Matthei: “Trabajos que nuestros ciudadanos ya no quieren hacer”
La postura de la SNA encontró un eco inmediato en el comando de la candidata presidencial Evelyn Matthei (Chile Vamos).
“Ha sido tema en el mundo del agro. Se ha trabajado el tema de las visas de los trabajadores agrícolas”, señaló la senadora y vocera del comando, Ximena Rincón (Demócrata), al referirse a las declaraciones de Walker.
Haciendo mención a su experiencia como senadora de la región del Maule, conocida por su desarrollo agrícola, señaló que la mano “de obra extranjera ha estado presente en nuestro país”.
La vocera también insistió en la necesidad de regularización y el papel de la visa de trabajo.
“Aquí lo importante es que todo aquel migrante que quiere trabajar en nuestro país tiene que, obviamente, tener su situación de visa al día. Tenemos que ver los mecanismos para regularizarla y que, obviamente, no esté reñido con ningún tipo de delito o situación poco clara”, dijo en declaraciones recogidas por Diario U de Chile.
Según la vocera del comando de Matthei, la migración en el campo es fundamental «porque hay trabajos que nuestros ciudadanos ya no quieren hacer, y lo han hecho, tradicionalmente, extranjeros que vienen por un periodo determinado a trabajar en el mundo agrícola».
Las críticas de Winter: “Defendiendo un modelo basado en una fuerza laboral más barata”
En una postura contraria, el excandidato presidencial y diputado Gonzalo Winter (FA) cuestionó las intenciones que, a su juicio, hay detrás de las declaraciones del SNA y del comando de la carta de Chile Vamos.
“Lo que hay detrás de esto son empresarios defendiendo un modelo basado en una fuerza laboral más barata y flexible, y un sector de la política dispuesto a poner esos intereses por delante del bien común”, criticó el parlamentario en un mensaje compartido en sui cuenta en la red social X.
Winter expuso una línea histórica de estas demandas gremiales: “Walker, de la SNA, reconoce que sin migrantes no hay agricultura. Años atrás, en 2018, Evópoli pedía subir el tope de contratación extranjera al 50%, el entonces presidente de la Cámara de Comercio planteaba eliminar cualquier límite, y Ricardo Mewes, antes de dejar la CPC, sostenía que el agro necesita migrantes regularizados para sostener su producción”.
El diputado argumentó que «la política migratoria de Chile no puede responder al interés particular de un gremio», sino que debe «estar diseñada en función del interés del país y el bienestar de sus ciudadanos».